PAUTAS SALUDABLES PARA EL TELETRABAJO

Llevamos ya cerca de cuatro semanas en casa, y dentro de toda la reestructuración de vida que hemos tenido que llevar a cabo, una de las tareas ha sido el trabajo o como la denominamos ahora TELETRABAJO. 

Son muchos los consejos y pautas que desde diferentes plataformas se han ido compartiendo y publicando, así que hemos realizado este pequeño recopilatorio. 



DÚCHATE TODAS LAS MAÑANAS Y VÍSTETE, como si fueras a trabajar fuera. Aunque el outfit sea más casual y cómodo del que llevaríamos a la oficina, quitarnos la ropa de “andar por casa” puede servir para activarnos, cambiar el chip y concentrarnos con mayor facilidad para no estar con la sensación de somnolencia constante. 

Antes de trabajar, te puedes marcar como objetivo hacer algo de deporte, leer algún fragmento corto de algún libro, ponerse al día con las noticias, etc., el objetivo es activar la mente. 

TU OFICINA EN CASA, para que desarrollar el trabajo desde casa se pueda considerar saludable la mejor idea es intentar buscar un lugar de trabajo definido. Algo que nos puede costar es establecer la barrera entre lo que es jornada laboral y cuándo deja de serlo, así que establecer límites físicos puede ser un buen primer paso, a ser posible evitemos el dormitorio o la cocina, ya que la asociación con otras tareas u obligaciones nos pueden distraer. 

LA IMPORTANCIA DE TU ESCRITORIO, una vez decidido el lugar de trabajo, es especialmente importante cuidar aspectos como el escritorio, la silla, la iluminación, así como la condición térmica en la que se encuentra la habitación, en definitiva diseñar un puesto de trabajo que favorezca el confort.

Mesa: sin reflejos ni deslumbramientos, y con las dimensiones suficientes para permitir la disposición de: pantalla y teclado u ordenador portátil, y los documentos y material de trabajo.

Silla: que mejor se adapte a la mesa de trabajo, tanto en altura como en profundidad. Procura que el conjunto ‘mesa-silla’ te permita un espacio suficiente para alojar las piernas con comodidad, para cambiar de postura y para tener antebrazos y las manos apoyadas. Puedes usar un cojín o almohada pequeña para dar apoyo a la zona lumbar.

CONTROL DE LOS TIEMPOS, uno de los elementos positivos de trabajar desde casa es que se tiende a tener mayor control en los tiempos y la distribución de tareas. Esto, que aparentemente es una virtud, tiende a convertirse en el problema central del teletrabajo a través de la sobrecarga de tareas.

Una medida práctica para evitar esta sobrecarga es definir horarios. De esta forma, el control de tareas vendrá limitado por la duración de la jornada. Sin olvidarnos que  la situación particular de cada persona, el vivir sol@, con hij@s menores, en pareja, con personas mayores, adolescentes, etc., precisará de un horario lo más flexible posible y que permitan las circunstancias personales y laborales.

Otra herramienta que nos puede ayudar es hacerte una lista de las tareas, cuando trabajas en casa es normal que tu cerebro se distraiga con todas las cosas que hay por hacer en el hogar. Una lista te ayudará a darte cuenta de si realmente estás usando el tiempo como quieres. 

No nos podemos olvidar de hacer pequeñas pausas para comer o estirar los músculos. Las contracturas pueden aparecer si estamos mucho rato en la misma posición. Haz pausas que te permitan la recuperación de la fatiga física, postural, visual y mental.

MOMENTO DE DESCONECTAR, la paradoja del trabajo desde casa es que, si bien sobre el papel se puede presentar como una oportunidad de pasar más tiempo en familia, también tiene la capacidad de convertirse en una fuente de tensiones familiares.

Relacionado con la sobrecarga de trabajo y las jornadas maratonianas, la persona corre el riesgo de pasar buena parte de su tiempo en el puesto de trabajo. Por otro lado, existe un fenómeno de conexión permanente que se necesita controlar. La tecnología tiene la capacidad de desdibujar la línea entre la vida personal y laboral, por lo que debemos controlar este efecto para lograr desconectar del trabajo. En el teletrabajo este efecto se agudiza, ya que el trabajador tiene su puesto de trabajo al final de pasillo de su casa, por lo que está muy a mano volver a sentarse a la frente al ordenador ante cualquier reclamo más o menos urgente. Aunque tengamos acceso al sistema de la empresa o al mail de trabajo, hay que saber separar las diversas parcelas de la vida.

LÍMITES EN LA CONVIVENCIA, igual que la sobrecarga de trabajo puede ser una fuente de estrés que implique tensiones familiares, resulta importante que las personas con las que convivimos no interfieran en el desarrollo de la jornada laboral. El hecho de trabajar desde casa implica que se proyecte una sensación de disponibilidad permanente, siempre estamos en casa. Esclarecer esto con nuestro entorno, de manera explícita, es una necesidad prioritaria para un correcto desempeño de las tareas.

Lo importante, en este punto, es ser claro. No es un motivo para molestarse con ningún miembro del entorno familiar, porque posiblemente no sea algo que hagan de una manera intencionada. Por ello, es importante esclarecer el límite horario o espacial para evitar interferencias, contribuyendo así a respetar esos espacios. 

ENTORNO SOCIAL VIRTUAL DE TRABAJO, otro riesgo respecto al teletrabajo es la tendencia al aislamiento. El entorno laboral presencial, de hecho, siempre se ha tratado como un elemento socializante saludable, que tiende a ofrecer a las personas marcos de apoyo social.

Fomentar entornos virtuales saludables es una realidad con la que debemos lidiar, evita el aislamiento y busca compañía. No te aísles de tus compañer@s de trabajo, pasaréis muchos días sin veros. Además de compartir por correo las tareas cotidianas del trabajo, infórmal@s de lo que haces e infórmate de lo que hacen. Conéctate, mantén el contacto con quienes trabajas, hablar cada día por WhatsApp, Skype o lo que prefieras, cuida tus relaciones.

y lo más importante.... #QuédateEncasa #ociosequedaencasa

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